miércoles, 27 de julio de 2011

La vigilia de las noches claras


Hay cierta dulzura en la vigilia de las noches claras,
la mecedora del mar y la luna en cuclillas
y hundirse hacia la red que tejen las neuronas.

Hay cierta melosidad en todo ello.


Se inflama como espuma

la tos distante de los alérgicos,
sometidos a la paz y a la aventura de trenzas.

Los peces canturrean (o son plegarias)

mientras yo, como un clérigo asomado al vacío,
os administro el sueño.

Ya sé que este rosario de densos minutos

quiere abrirle úlceras a mi espalda vuelta,
pero esa nada,
el rozamiento pertinaz de la negrura,
rebosa agua, como un fruto madurado varias veces.

Volved pues al vaivén de los pulmones,

a la gravitación y a los pies en equis y a los codos puestos
a explorar sombras en la almohada.

Yo os miraré de lejos

y sonaré como la rompiente suave
de un mar dormido.





© Ramón Ataz2011

4 comentarios:

  1. Buen poema, Ramón.
    Me llevo tu enlace para mi blog.

    Saludos.

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  2. Muchas gracias, Victor, yo también he podido visitar el tuyo y he sentido una sana envidia en cuanto a contenidos y diseño. Disfrutaré perdiéndome por él.

    Un abrazo.

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  3. Grande poema, amigo. Se va uno deslizando, verso a verso, deseando que no se acabe. Siempre me sorprende tu poesía.

    Un abrazo.

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  4. Muchísimas gracias, Perfecto. La verdad es que le tengo mucho cariño a este poema, así que te agradezco el comentario de forma especial.

    Un abrazo, Ramón Ataz.

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