viernes, 15 de julio de 2011

Modos de afrontar el dolor de los otros

A Douglas Sirk, que me mostró que el sufrimiento por el dolor ajeno dura justo hasta que se encienden las luces de la sala y que, en el fondo, ese sufrimiento produce un perverso placer.


I - Sombrío
 

Mi rostro debería quedar ensombrecido,
estar quieto mi cuerpo,
labrar en una esquina algún rincón umbroso
en el que prosperasen bacterias y humedades.

Así debería ser:

sentir en mi barbilla el frío del terrazo
y en las piernas el plomo de mi cuerpo.

Las lágrimas tuvieron su momento,
no sé que puso fin a los temblores
ahora disipados; 
quizás se convirtieron en hormigas.

II- Taciturno.

Mi boca debería cerrarse para siempre
estrecharse mi garganta,
paralizarse mi lengua,
cercar mis dentadura las palabras.
 
Acaso debería petrificarme,
dejar sobre mi cara un gesto fósil
que fuera el testamento de la angustia.

Tendría que ser mi voz sonido en el recuerdo
hasta que se extinguiera también de la memoria.
¿Cómo podré si no llamarme humano?

Los dedos serán rígidos
en ellos marcarán muescas mis versos,
el placer será solo desahogo,
una parada en el largo desconsuelo.

III- Resolutivo.

¿Y por qué no levantarme y desplazarme
y eliminar las causas, y exaltarme
y viajar por todo el mundo, y convencerlos,
y empuñar un arma o una Biblia?

¿Y por qué no liberarme de la culpa,
y ser la solución, por qué no irme
a la fuente de la sombra y del silencio?

IV- Acción de gracias
 
Pero doy gracias
a la trampa de plata,
a la celda de helechos,
a la ansiedad y al tratamiento interminable.







© Ramón Ataz2011

4 comentarios:

  1. Estupenda ocasión de dejarse perder y llevar por tus versos en este espacio hecho bosque de poesía en el trabajo de Mnemea. Antes la musa Meletea ha puesto los inicios del pensamiento, la idea creadora. Enhorabuena.
    Salud

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  2. Julio, me alegra muchísimo verte en mi blog. Muchas gracias por pasar, leer y sobre todo por honrarlo con tus lúcidas palabras.

    Un fuerte abrazo.

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  3. Eloy, muchas gracias por tu generosa apreciación.

    Un abrazo.

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