domingo, 30 de enero de 2011

REPROCHE




¡Qué expresión tan distante
has hallado esta tarde!

Yo aún muestro una sonrisa infantil
pero tu boca ya está cerrada,
tus dientes presos,
tu lengua ausente,
tu rostro entero está esculpido en lana.

En cambio yo, mírame bien, aún tengo
restos de piel ajena entre los dedos;
tu voz aún la respiran mis pulmones;
mi camisa aún rueda libre por el suelo.






© Ramón Ataz2011

viernes, 14 de enero de 2011

LIBRE

 .


Y dale repitiendo y repitiendo

lo que cada vez es menos un poema

Libre del idioma


libre de un ritmo más o menos sostenido


libre de metáforas


libre de la influencia de la Luna

No hay palabras


no hay lenguaje


no hay nada sino caballos bien despiertos


y los lobos que yerguen el espinazo


y adoptan esa figura de estatua sin parque






© Ramón Ataz2011

domingo, 9 de enero de 2011

METAMORFOSIS


Trémula,
la muerte allanadora
late en las bestias que me ocupan.

Nazco en sus brazos de trigo
y aguardo, acunándome el temblor,
dormido y santo,
a la metamorfosis de mi boca
en simple hueco.



© Ramón Ataz2011

jueves, 6 de enero de 2011

TODA LA SANGRE



Toda la sangre. Una.

 
Como hilos anudados, cables en tensión,
sin duda es uniforme que viste a nuestras filias,
flogisto verdadero,
roja patria, suma extensa
de amor incomprensible.

Hoy ha muerto un átomo de su caudal continuo.
Sentidlo en mí. Por mí.





© Ramón Ataz2011

UN TROCITO DE "AMANECER", DEL GENIAL MURNAU


El cine, es mi gran pasión. Probablemente por encima de la propia literatura. En esta ocasión me apetecía recordar la que considero una película formidable, tanto por la trascendencia que Murnau logra dar a una sencilla historia de amor y adulterio, como por la perfección que logra a la hora de narrar cinematográficamente esa historia.

miércoles, 5 de enero de 2011

HUMO






Fuiste pantalla y entonces
(yo fumaba)
tus dientes condenaron al humo
a yacer emparedado.







© Ramón Ataz2011

domingo, 2 de enero de 2011

A LAS PUERTAS (sobre la espera)

 .

 
A Harpo


No arranca el Sol los tonos a ese perro gris.
Solloza su piel pluvial.
Aguarda.
Tropieza en transparencias.  

A diario.
No hay rastro que le extraiga de la calle.

Y al tronar la risa de los hombres,
lleva en sus dientes el cielo
y el mar en sus ojos grasos.

La eternidad se esconde en su mirada

de virgen invisible. 

 



© Ramón Ataz2011