sábado, 6 de agosto de 2011

Sombras chinescas

Siempre me he sentado al borde del no existir.

Ni construyo puzles ni edifico templos,
no creo que sea importante el que las piezas
den un rodeo,
o atajen por donde sabe la humedad a calabozo.

Pero quién soy yo para saber de la importancia
cuando apenas sostengo mi mentira.

He vadeado la frontera de los días,
la noche cala en mí, prejuzgo al Sol,
que a diario me pone al descubierto

y en lugar de ladrar dejo suspiros,
engaños del aliento,
sobre la mesa que me nutre y neutraliza.

Yo me declaro aquí mendaz y hambriento,
la falsedad y el miedo me son propios,

pero éste es un forzoso amante
de lengua áspera,
un proxeneta que me desnuda

y exhibe ante vosotros,
como a una sombra chinesca.





© Ramón Ataz2011

2 comentarios:

  1. Me ha llamado la atención, porque yo tengo un poema con el mismo titulo.
    Un gozo leerte.

    Abrazos.

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  2. Hola, Perfecto. Recuerdo haber leído tu excelente poema del mismo título y habértelo comentado. Muchas gracias por pasar por aquí y dejarme tus cálidas palabras.


    Ramón Ataz.

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