jueves, 28 de octubre de 2010

VISIONES



         I


La supongo escondida al alba en una cueva,

sorda a mis plegarias alejadas de las modas

y oculta a mis ruegos sin ritmo.

Examinando mi dominio de los bosques, divertida.

       II

Es su forma de regalar vistosidad.

Libera su melena de luna nueva

y el resto desaparece,

deja la boca entornada

y el resto se olvida.

Ahí está golpeando, soplando, medio ahogada,

infligiendo el castigo que de ella se espera.

Enseguida queda el bosque impregnado de su risa.

Y nace.


        III

Ella puede mirarse como un arbusto

o puede adornar su cuello de crines negras

acaso alzarse macabra como los lobos.

Me puede tiznar el cuerpo hasta anochecerme,

puede estar o no estar,

puede estar segando el agua y sonriendo.

        IV

Ahora la excusa es vivir entre ramblas
 

senderos de roca, anudados a la luz

y a la histeria que produce.

Nunca el Sol ha sido tan rechazado

y a la vez su parodia tan buscada.


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© Ramón Ataz2010

2 comentarios:

  1. Precioso este poema misterioso y enigmático, Juan.

    Me ha encantado disfrutar de tu palabra.

    Te dejo un abrazo
    Ana

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  2. Muchas gracias, Ana. Es un poema de lo que llamo, de forma poco original, misticismo pagano, y me gusta practicarlo de vez en cuando, es un intento de atisbar los orígenes de la poesía.

    Un fuerte abrazo.

    Ramón.

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