domingo, 10 de octubre de 2010

Acción de Gracias

Desde que el trigo ha invadido las ciudades aburridas, muertas, estoy siguiendo a paso de difunto tu brazo curvo y menguado. Es fácil olvidar cuando invisible, quiebras tan cruelmente la soga que ahora tiendes.
Este poema tiene muchos años. Es una especie de oración a lo que sea que hace que un poema nazca. El monte Helicón está dentro del cerebro de cualquier persona, y quién sabe qué procesos provocan el deshielo de sus glaciares, pero me encanta estar debajo cuando desde él se precipita un alud. Aunque a veces duela.
© Ramón Ataz2010

2 comentarios:

  1. Hola, Juan, he llegado a tu blog y esto es un acontecimiento.

    En este momento eres un poeta de referencia obligada en nuestro foro.

    Te seguiré con gusto

    Besos
    Ana

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  2. Hola, Ana. Me alegra muchísimo que seas la primera en romper el hielo de este blog que he comenzado. Muchas gracias por pasar, por dejar tu comentario y por animarme a seguir, aunque con lo inconstante que soy me costará mucho.

    Besos.

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