martes, 3 de mayo de 2011

El gen mutado



 




A mi hija Reyes



Mi mirada cervical estrecha el cielo.

En él constelaciones invisibles
se enmarcan entre líneas, forjados y cubiertas.
Ella se encarama a mis rodillas
se columpia y se deja caer a carcajadas
hacia una red tejida entre mis brazos.

Ella es expresión del gen suicida que la hizo,
del gen que renunciando a replicarse la inventó
única, océano feliz, materia blanca.

Me pregunto cuál fue la proteína que ensayó etimologías incorrectas
al hallar en sus torsiones de gimnasta el camino hacia un ser irrepetible.

Si algún día la voz te surge,
si tu sonrisa se torna palabra
y tu pensamiento se transmite en ondas por el aire,
diles que naciste a beneficio de inventario,
que el gen que en tí mutó era un poeta entre autómatas sin alma,
que el fin de lograr la obra ideal,
la anómala belleza,
la eternidad de unos labios sonrientes,
merecía hacer de tí el comienzo de una especie inviable,
el final de una especie perfecta.


© Ramón Ataz2011

9 comentarios:

  1. Qué emotivo poema. Cuánto se les quiere.
    Qué maravilla de poema. Yo también escribí un poema a mi hija. Ella ya tiene treinta y un años. Pero sigue siendo orgullo y pasión.
    Un placer inconmensurable haberlo leido.
    Aprobecho este comentario para solicitarte permiso para publicar algunos de tus poemas en mi blog. Es una costumbre que arrastro desde hace tiempo, para los poetas amigos que ocupan un hueco en mis afectos. Espero que me digas que sí.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Rectifico algunas faltas de ortografía que las prisas no me han permitido corregir a tiempo:

    Qué emotivo poema. Cuánto se les quiere.
    Qué maravilla de poema. Yo también escribí un poema a mi hija. Ella ya tiene treinta y un años. Pero sigue siendo orgullo y pasión.
    Un placer inconmensurable haberlo leído.
    Aprovecho este comentario para solicitarte permiso para publicar algunos de tus poemas en mi blog. Es una costumbre que arrastro desde hace tiempo, para los poetas amigos que ocupan un hueco en mis afectos. Espero que me digas que sí.

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias por tus palabras, Perfecto. Es un poema de alta implicación personal, así que te agradezco profundamente la atención que le dedicas.
    En cuanto a publicar alguno de mis poemas, lo considero un honor y te agradezco igualmente que hayas pensado en mí. Por supuesto, tienes mi permiso.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Un poema inmenso, Juan.

    Emoción, profundidad, un canto del alma...

    Un abrazo, compañero de versos
    Ana

    ResponderEliminar
  5. ¡ Por Dios, Juan, que dulzura de poema ! Nada más puedo decir.

    Un abrazo, eso sí.


    Concha.

    ResponderEliminar
  6. Muchìsimas gracias, Ana. Me alegra que te guste este poema.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Concha, no hace falta que digas más, sobre todo con esa forma de decirlo. Muchas gracias.

    Un abrazo grande.

    ResponderEliminar
  8. ESTOS SERES ESPECIALES QUE,SIN SABER PORQUE, LLEGAN A NUESTRO PLANETA Y A NUESTRAS VIDAS, SON MAESTROS CARGADOS DE ENSEÑANZAS QUE, SI SE SABEN ENTENDER Y APROVECHAR ADECUADAMENTE, COLABORAN DE FORMA INCREIBLE A CREAR A SU ALREDEDOR UN MUNDO MEJOR Y MEJORES PERSONAS. GRACIAS POR TU POEMA

    ResponderEliminar
  9. Lo has explicado muy bien, Angel. Muchas gracias por tu presencia en este poema. Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar