miércoles, 11 de mayo de 2011

Introspección

Dentro de mí,
en pozos excavados debajo de la carne,
duermen palabras idénticas, desnudas,
embadurnadas en polvo y en harina.

Como moscas se arrojan a mi pecho permeable,
mitad de mármol mitad de tierra santa,
que por lo visto contiene alguna luz invocadora.

Y allí yacen sepultas,
casi quietas.


© Ramón Ataz2011

2 comentarios:

  1. Muy bueno, Ramón, muy bueno. Me encantó el poema. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, Ramón. Tu comentario me ha animado a mostrar este poema, sobre el que tenía algunas dudas, en el foro.
    Gracias de nuevo.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar