viernes, 15 de abril de 2011

Sobre la decepción y sus efectos

The Dream is over
(John Lennon, en "God")




Hace años ardieron las ramas de sauce
a las que con frecuencia el viento acariciaba.
Algunas promesas me eludieron,
el resto simplemente se extraviaron.
¿Y qué,
si cenizas o esperanza
podían revivir algunas veces
al pulsar sobre mis poros la música sus dedos?

Pero esta tarde,
tan rápido,
apenas cuatro sílabas,
he sentido extenderse sobre el pecho
un sudario de voz aguda y dulce.

Estremecido por la opresión de un turbante
enrollado al reverso de la piel de mi cabeza,
me he entregado al mecanismo místico del llanto,
de ese llorar inaudible que sucede
cuando el daño se te pierde por dentro
y rueda, como un ovillo, por tu red de pasajes,
de venas y escondrijos:
el dolor se vuelve sangre,
la sangre pesadumbre.

El sueño ha terminado
pero yo fui un resto fiel,
cofrade solitario,
propina inacabable,
pellejo de un tambor
golpeado hasta la amnesia.

El sueño ha terminado
pero tras el cristal la noche sigue siendo.



© Ramón Ataz2011

4 comentarios:

  1. Magistral, Juan, absolutamente impecable.

    Un abrazo
    Manuel

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  2. Muchísimas gracias, Manuel. Reconforta mucho leer algo así de alguien al que considero un poeta estupendo y auténtico.

    Un abrazo.

    Ramón.

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  3. Me alegra que te lo parezca, Ana, pero sobre todo gracias por decirlo.

    Un abrazo.

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