jueves, 19 de enero de 2012

La balada del niño fósil



Padre, cuando esté muerto,


quiero quedar oculto por las piedras.



Que no me moje el agua


ni me erosione el aire, 


que permanezcan juntos

mis huesos ensamblados.


Cuando los años pasen


quiero ser descubierto

al fondo de una sima 


a la que el sol penetre.

 

Que mi sonrisa absurda

de alegre calavera


sorprenda a un cazador


(o si es posible a un niño


que corra tras su perro)



Que manos temblorosas


me vayan extrayendo


con plumas , rociadores


y blandas herramientas,


hasta que al fin resurja 


sin rasgos, sin especie, 

sin huellas dactilares.


Tan solo un armazón

desnudo y abatido.


Entonces, padre, quiero

que cuantifiquen pronto


mi edad cifrada en siglos,


que luego me acicalen,


me pongan entre vidrios 


y un día, algún muchacho


como yo, pero entero,


me mire fijamente


al hueco de los ojos


y atrape en su memoria


mis fósiles recuerdos.

8 comentarios:

  1. Ay Ramón, es lo menos que podemos hacer ya, un pequeño homenaje.
    Triste y precioso poema.
    Un abrazo

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  2. Sí, es lo menos. Estaba trabajando en este poema, extraña casualidad, y aunque necesita muchos retoques me ha apetecido publicarlo hoy.
    Un abrazo, y gracias por estar aquí y por decirlo.

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  3. Este poema creo que se sale un poco de la línea de tu estilo. Sale más clásico pero tiene buen ritmo, funciona y acaba muy bien.

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  4. Sí, Eloy, es un poema intencionadamente clásico, al menos en su forma. De vez en cuando ensayo este tipo de poemas, para mí supone una forma de escribir muy diferente a la que estoy acostumbrado, pero a veces es lo que me pide el cuerpo...

    Muchas gracias por tu comentario, te mando un abrazo.

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  5. Viva lo clásico, si es sinónimo de bueno. Algún retoque, no muchos, Ramón.

    Me llevan los demonios que poemas como el tuyo no estén en los escaparates de todas las librerías del mundo, ¡leches! Bueno en las de España.

    Fantástico, Ramón.

    Un abrazo.

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  6. Querido Tomás, ¡anda que no eres exagerao!.
    Me encanta que te guste el poema, porque me siento muy identificado con lo que, conforme te leo, voy descubriendo de tu forma de entender la poesía, y, si no este niño fósil, agradecería que al menos en esos escaparates apareciera algo de poesía auténtica, de esa que no nace de un interés por mimetizarse con lo que el stablishmen cultural o político del momento decida que puede ser publicado.
    Por cierto, he visto en tu blog ciertas referencias a Carlos Edmundo de Ory. Es el poeta que más continuadamente he leído, y uno de los que más he disfrutado; además escribió siempre como quiso y lo que quiso.
    Bueno, pues que muchas gracias por estar por aquí, Tomás.

    Llévate mi abrazo.

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  7. Totalmente de acuerdo con Tomás. Viva lo clásico si es sinónimo de bueno.
    Y este poema es uno de los que más me han gustado, de todos los que te he leído, Ramón. Y no solamente por el momento en que lo publicaste.
    Un abrazo.

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  8. Pues gracias por volver al poema, Gova. Me alegra que te guste este poema, y al menos espero que esas formas clásicas no se hayan fosilizado todavía.

    Un abrazo.

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