viernes, 11 de noviembre de 2011
Dos poemas a Elvira
I
No sé qué es lo que urdí en tantas noches
de renuncia a la ofrenda de tu verbo.
Ni sé si es hora aún
o si es tu voz un surco muerto en otro folio.
Claro que luego iré
a urdirte a ti y a cada hijo
del rastro que dejaste en la galaxia
o, si ya es tarde,
masticaré el laurel seco de tu insomnio.
II
Antes de que mis ojos te abandonen
y dormidos sean geómetras de tu río anguloso,
has de venir conmigo,
Vestal del sueño.
© Ramón Ataz
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Ramón, te doy mi reconocimiento a los mejores versos leídos esta semana! y mira que leo... de verdad.
ResponderEliminarun saludo
Raul
Qué mágico el poeta, cuando inspira la musa lo fértil de sus sueños...
ResponderEliminarMuchas gracias a ambos, por ser, por dar caricia y piel a Poesía.
Un abrazo
Muchísimas gracias, Raúl. Sinceramente me alegra que esa sea tu impresión y te agradezco que me lo digas.
ResponderEliminarUn saludo.
Manuel, muchísimas gracias por tu poético y generoso comentario.
ResponderEliminarUn abrazo.