A los cuatro.
En el rincón más oscuro de la sala
una balada de un grupo clásico,
apaciguado en este disco, comienza a teñir
el polvo y a esparcirlo.
Flota alrededor de mis nervios insomnes
a una orden de esta negrura
fiel, fidelísima, hecha a mí,
enamorada de la estancia
o del color de las paredes internas de mi cabeza.
No voy a rehacer sus versos.
Se basta con ese otro idioma intraducible
especiado con el olor de los mercantes
tan grato a mí, ahora, tan agradable.
© Ramón Ataz2011
Precioso.
ResponderEliminarUn beso
Ana
Yesterday, all my troubles seemed so
ResponderEliminarfar away
now it look as though they´re here to
stay
Oh, I believe in yesterday.
Gracias por retraer mi presente en el ayer, Ramón.
Un abrazo
Manuel
Muchas gracias, Ana. La música es muy próxima a la poesía, y tus versos lo recuerdan constantemente.
ResponderEliminarUn beso.
Manuel, me encanta verte por aquí, y me alegra que el poema te haya hecho recordar. Yo tengo pocos mitos personales, pero los Beatles, su música, me han acompañado desde que levantaba solo un palmo del suelo, y cada día que pasa me llena más. Muchas gracias por participar del recuerdo y decírmelo.
ResponderEliminarUn abrazo.