.
He pedido un instante a una señora celosa.
Atiborrada como está de mis palabras
no es humano que me niegue algo tan simple
como el pedazo de segundo que he rogado.
Este es mi logro:
volver la cara para seguir admirándola,
ser pantalla que fabrique su sombra.
No puedo despegarme de su luz
si soy embudo y soy linterna
y hasta mis huesos se han calado de su brillo.
Emborrachada como está de mis palabras
sabrá al fin que soy grosero
imitador de su talento.
Este es mi logro:
fin de un día, comienzo de su círculo,
chorro de agua que sube a mi garganta.
© Ramón Ataz2011
¡Esquisito!
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Eloy, es muy amable por tu parte decirlo.
ResponderEliminarUn saludo.