viernes, 12 de noviembre de 2010

Dos poemas de Ory

A TI LA QUE ME INSPIRA OBEDEZCO Y DESEO


A ti la que me inspira obedezco y deseo

a tu invisible huir y tu errante venir

hacia la honda cuna del ritmo tú me llamas

trayéndome la concha de la profundidad.



Son sin fin son sin fin los diluvios caídos

corazones que a tiempo probaron su fragancia

aquí están todavía las palabras perdidas

y yo compongo un verso de saber y perdón.




EROS TREMENDUM


En la noche del sexo busco luz

y encuentro más y más oscuridad

mi cuerpo es sacro y sacrifica edad

sin tiempo sobre el tuyo cruz con cruz.



Subo y bajo y gravito mi testuz

cae sobre el muro de tu atroz ciudad

sin puertas donde al fin me da mitad

de entrada a la tiniebla un tragaluz.



Mantel mi espalda cubre los manjares

mis brazos y mis piernas son a pares

con los tuyos en forma de escorpión.



Las dos manzanas mi contacto deja

y duerme como un vaso en la bandeja

de tu vientre mi enorme corazón.










2 comentarios:

  1. Hermoso soneto, Juan.

    Lo has escogido muy bien.

    Un beso grande
    Ana

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  2. Muchas gracias, Ana. Lo cierto es que tiene muchísimos sonetos que a alguien como a tí estoy seguro le resultarán más que interesantes.

    Un beso también para tí.

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