El modo en el que a veces te quiebras,
astillándote en hijos delgados,
es tu forma elemental de estar presente. Yo
te contemplo, agazapado, completa, desplegada
como un índice, erguida igual que un dogma, yo
disipo mi violencia perezosa
en la fertilidad de tu asombro,
renacida, tras el largo barbecho de la noche.
Y no hay desdén, solo aureolas de viento,
como siempre, arropándote.
Deja que te ame unos segundos,
cuerpo de luna doblada y escondida.
Sin pasarme, deja que te ame unos segundos.
Ramón Ataz
Amigo Ramón, mi admiración sincera, como siempre por este poema, por estos dos versos:
ResponderEliminar"..te contemplo, agazapado, completa, desplegada
como un índice, erguida igual que un dogma,.."
Y de paso comentarte mi persistente cabreo e impotencia, ante el mercadeo poético, pues me pregunto, ¿cuando vamos a tener un libro de poesía tuyo para llevar de compañero?
Un saludo.
Cuánta razón tiene el amigo Tomás. Un poema de gran altura, muy tuyo.
ResponderEliminarUn abrazo, Ramón.
Tomás, muchas gracias. La verdad es que me sospecho que no van a llamar a nuestras puertas editores deseosos de publicar nuestros poemas, así que quizá algún día, si las ganas lo sugieren y la pasta lo permite, podamos hacerlo por nuestra cuenta y riesgo.
ResponderEliminarSerá como abandonarse al capricho o a la vanidad, quién sabe, pero me temo que es lo que hay.
Muchas gracias, Eloy. La verdad es que contar con vuestra lectura y vuestra opinión, además de ser muy motivador, es un lujo.
ResponderEliminarUn abrazo a los dos.
Fragilidad desarmante... Sí, señor, me has provocado otro placentero desgarro emocional. Un afectuoso saludo.
ResponderEliminarRumeinia, me alegro mucho de que estos versos te hayan afectado en ese terreno y de esa forma, y gracias por pasar por aquí a decirlo.
EliminarUn abrazo.
Si quieres un blog de muerte autobiográfica
ResponderEliminarhttp://elblogdemisfantasmas.blogspot.com.es/
Ya le he echado un ojo, Mario. Impresionante es una palabra algo trillada, pero es la que mejor define tu blog. Lo iré leyendo, tenlo por seguro.
EliminarUn afectuoso saludo.
"El largo barbecho de la noche" nos trae poemas como el que leemos, recrecido de emociones en un estilo cada vez más depurado, más lírico, más en el árbol milenario del bosque de la poesía y la inspìración de Mnemea. Felicitaciones, Ramón.
ResponderEliminarSalud.
Pues gracias, Julio, tu mirada sobre mis poemas siempre resulta positiva y reconfortante para mí. Como sabes, ando por ahí de vacaciones y me conecto menos al blog, así que me da el doble de gusto encontrarme comentarios como el tuyo cuando por fin entro en él.
EliminarUn fuerte abrazo.