lunes, 10 de octubre de 2011

La esperanza es una imagen borrosa

En el lugar de los ojos el mar;
en su reflejo
una danza de peces; al fondo el horizonte,  
luego un abismo; tras él
no hay nada.

Nuestros antepasados habían dado por supuesta
la fundación de su Arcadia en nuestro tiempo.
Hoy sus tumbas supuran desengaño,
verde aflicción, alfombras tristes.

No vuelvas tú por lo tanto a suplicar,
porque el tiempo de los ruegos ha pasado
igual que una nevada sobre esta tierra caliente,
blanca promesa deshecha al posarse en el suelo.

Hoy no.

Tú ya conoces lo que mi piel oculta.
Me ves caminar, un perro al lado,
y no puedes distinguir a ciencia cierta
cuál de los dos se detiene a respirar
y cuál yace recostado e imagina
un descosido en el aire; tras él
el mundo.




© Ramón Ataz2011

4 comentarios:

  1. Un poema de hondo calado, profundo, con esencias varias, con la consistencia de una obra casi terminada, porque ningún poema se termina. Si acaso se abandona. Te lo aplaudo. Es un placer volver a pasar por aquí.

    Un abrazo

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  2. Muchas gracias, Perfecto. Estoy muy de acuerdo con eso que dices de que un poema nunca se termina.

    Un abrazo y gracias por pasar.

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  3. Ramón, llevaba tiempo sin entrar a leerte... ¡Es bello, aunque triste!
    Jq.

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  4. Muchas gracias por pasar, y de paso por dejar un comentario. Nos vemos.

    Rm.

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