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Luego vendrá Dafne repartiendo laurel,
entre tanto, no malgastes tu oratoria
con palabras asidas de la tilde.
Esconde mejor tus versos
recortados por el filo
de aquella ironía antigua que,
en otro tiempo,
guió a las letras que ligaste el primer día
creyéndola tuya.
Ella te dejó,
lobo que crees reflejarte en la Luna.
© Ramón Ataz2011
Un poema singular. Sobretodo, los dos versos finales. Me gusta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias por decirme que te gusta y por tu paso por estos versos, Perfecto.
ResponderEliminarUn abrazo.