Este poema tiene muchos años. Es una especie de oración a lo que sea que hace que un poema nazca. El monte Helicón está dentro del cerebro de cualquier persona, y quién sabe qué procesos provocan el deshielo de sus glaciares, pero me encanta estar debajo cuando desde él se precipita un alud. Aunque a veces duela.
© Ramón Ataz2010
Hola, Juan, he llegado a tu blog y esto es un acontecimiento.
ResponderEliminarEn este momento eres un poeta de referencia obligada en nuestro foro.
Te seguiré con gusto
Besos
Ana
Hola, Ana. Me alegra muchísimo que seas la primera en romper el hielo de este blog que he comenzado. Muchas gracias por pasar, por dejar tu comentario y por animarme a seguir, aunque con lo inconstante que soy me costará mucho.
ResponderEliminarBesos.