miércoles, 27 de abril de 2011
Algunas veces, en la noche
A veces,
cuando tirito al calor de las mantas
y soy el hijo y el padre y el abrazo,
me escondo en lo más negro del aire
hasta el instante extremo de la noche.
Después,
como un estornudo de la aurora
salgo expelido justo al centro de otro día,
donde me espera ella,
y allí escucho el eco de su risa nocturna
demorada.
© Ramón Ataz2011
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Versos de gran sutileza, con una sonoridad plácida y un final, no por esperado, menos sorprendente. Mi enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una preciosidad de poema. Me encantó. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Perfecto; me alegra verte por aquí. Muchas gracias por tus palabras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Ramón.Tan amable como es habitual en tí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un poema suave que deja un gusto exquisito.
ResponderEliminarUn abrazo grande
Ana
Gracias por estar siempre, Ana. Un beso.
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