lunes, 11 de marzo de 2013

En un hospital, los bostezos



En un hospital, los bostezos

absorben el dolor.


Piernas enredadas

se espacen por el gres,

más propias de fluidos que de cuerpos.

Brazos escarpados, puños como acrópolis, girasoles sin luz,

el sudor crepita .


Ante el advenimiento de voces sirenias

atados a bancadas de un trirreme manco

un diluvio de párpados suspende el tiempo.


¡Dios, qué complicidad

hay en la sincronía de sus iris!

Son moscas implorándole al cristal una fractura.


Húmedos, los cráneos se mueven como títeres.

Juega el aire al frontón y los niños trepan por cucañas.


¡Dios, qué pocas puertas hay,

qué pocas puertas!

12 comentarios:

  1. Impresionantes las imágenes que evocas en tu poema, de una potencia brutal y dolorosa. Tremendo! (para lo bueno). Un poema que crece en cada lectura.

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    1. Los hospitales son brutales y dolorosos, pero a la misma vez fascinantes (a su modo). Muchas gracias Eloy.

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  2. Es una profunda visión estremecedora de la enfermedad y de los hospitales muy adecuadamente transmitida. Algunas enfermedades tienen mejor pronóstico y alguna puerta, otras desgracidamente no. Pero los hospitales debían ser construídos todos con muchas puertas y muchos recursos que sin esconder la realidad nos ayuden a llevarla mejor. Para ello la voz de los poetas es necesaria. Enhorabuena, Ramón.

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    1. Muchas gracias por tu amabilidad, Antonio. Por desgracia parece que habrá que volver a luchar para que se destinen esos recursos necesarios a los hospitales públicos.

      Un abrazo y gracias de nuevo por tus palabras.

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  3. Enhorabuena, Ramón. Hay puertas que abriremos para no cerrarlas nunca más.
    Salud.

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    1. Muchas gracias, querido amigo, y que los dioses (o los demonios) te oigan.

      Un abrazo.

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  4. Es una profunda visión estremecedora de la enfermedad y de los hospitales muy adecuadamente transmitida.... excelente poema felicitaciones
    saludos

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    1. Muchas gracias, amigo. Es un placer para mí que lo hayas leído y me hayas dejado un comentario.

      Un saludo.

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  5. Escalofriante sucesión de imágenes y metáforas. Qué manera de plasmar el dolor contenido, la angustia que flota en el aire y la sensación de impotencia. Magnífico. Impresionante.

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    1. Alejandro, muchísimas gracias. Siempre generoso y siempre vitalista.

      Un fuerte abrazo.

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  6. Después de leer lo descrito,de saber de tu marcha y sin conocerte,te deseo que haya donde vayas sigas escribiendo maravillas como esta,la descripción perfecta de una situación en primera persona,,,deseo que tu familia y amigos puedan superar tu perdida igual que los que sin conocerte leemos tus maravillosos escritos,,no puedo decir nada más que gracias por ser una buena persona y espero que tu legado siga presente,,,un abrazo a todos tus familiares,,,y en recuerdo a tu persona..poeta bueno....

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  7. Hace ya cuatro años de este poema y la actualidad del mismo permanece intacta. El cierre, fenomenal, como grito de la realidad. Con el afecto de siempre.

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