martes, 3 de enero de 2012

Statu quo

Donde el compás clava su aguja
una turba de ideas sueña su próximo big bang.

Es como el jaspe la voz del tumulto.
Algunas frases libres vetean la armonía
del sonido único, la ocurrencia sola, el deseo uniforme.

Asociados en su estrechez por cerraduras,  
los hombres aman el calor de la cera derretida,
porque es atroz el frío al otro lado
de la cálida densidad que los contiene.

Donde el compás clava su aguja
el dolor pasa en veloces panorámicas
todas las noches,
inalcanzable,
como un satélite impulsado por la inercia
de un universo ciego,
de un dios sin ojos.




© Ramón Ataz

4 comentarios:

  1. Me encanta, Ramón.
    Me emociona este poema, lo leo una y otra vez y no deja de hacerlo.
    Un fuerte abrazo.

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  2. Muchas gracias, Juana. Me alegra que te haya gustado, aunque hay más de generosidad por tu parte que de méritos por la del poema,si consigue transmitirte algo de emoción ya merece la pena haberlo escrito.

    Un abrazo.

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  3. Generosidad, querido Ramón, nunca para esto. Elegiría de otro modo tus poemas al azar para hacerte de vez en cuando un halago...y no es así. A cada cual nos emocionan cosas distintas y al margen de reconocer tus "habilidades y dones", cuando un poema tuyo me toca dentro, te lo digo.
    Un abrazo.

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  4. Bueno, Juana, entonces recibe mi agradecimiento reforzado, por venir aquí a decírmelo; ahora que lo pienso, va a ser un agradecimiento con cafeína, en cuanto tenga ocasión.

    Abrazos.

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