viernes, 30 de diciembre de 2011

Síntomas

*Un verso más, Dios mío, y otro día... (Carlos Edmundo de Ory) 

*Si un momento te miro no me viene la voz,
Se me quiebra la lengua y enseguida
corre bajo mi piel un sutil fuego.(……)
y siento que ya me falta poco para morir del todo. (Safo de Mitilene)





Mis versos son mortajas de diseño,
deslumbrantes envoltorios de cadáveres
que un día, dios mío, y otro día,
va tejiendo mi cerebro incontrolado.

¿Estaré vivo porque subo un peldaño en cada verso?

En todo caso lo estoy porque soy yo
el que a la suma de instantes llama vida.

Tú eres diferente,
tu escudo es un gesto desdeñoso
que me penetra atravesándome los párpados,
y me presento ante ti
rebozado con los versos de mis síntomas:

      Sudor en la frente, angustia,
      el estómago agriamente trastornado,
      los huesos tensos, la saliva amarga.

      Al tropezar las palabras con mi lengua
     se deshacen en átomos de voz,
     un temblor contrae mis venas y algo helado
     le impide a la sangre recorrerme.

    Me ciega una noche constante
    como si antes de morir hubiera muerto.


En esas ocasiones, aturdido,
no comprendo por qué en lugar de hablar
te conformas con producir en mí este síndrome.

Por qué no te desquitas olvidándome
en vez de disfrazarte de espejismo,
por qué me haces creer que es tu rostro el que miro
para al final dispararme tu antifaz de gorgona.

Pero siempre, en legítima defensa
o quizá para forzar una ucronía,
excreto un nuevo verso y te pregunto
el porqué de ese asedio hacia mis vísceras
si las ofensas nacen de mi mente.






© Ramón Ataz

8 comentarios:

  1. Qué precioso poema, Ramón.
    Envidia sana de ese dominio de las palabras y las ideas....
    Feliz comienzo de 2012.
    Un abrazo

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  2. Muchas gracias, Juana, aunque ¡qué mas quisiera yo que tener ese tipo de dominio!. De todas formas te lo agradezco de verdad.

    Un abrazo también para tí y que entres en el año lo mejor posible.

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  3. Un poema desgarrado, pero un poema bien acabado, sublime.

    Espero que el próximo año sea venturoso, y esta poesía, que tan magistralmente nace de tu pluma, siga la senda ya emprendida de buena hechura y docta inteligencia.

    Feliz año, Ramón.

    Un abrazo.

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  4. Con amor o sin amor, el poeta siempre luchando con sus realidades.
    "Amor, amor, amor y eternas soledades..." (F. García Lorca)
    Feliz y Poético Año Nuevo.
    Un abrazo

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  5. Perfecto, mil gracias por tu más que generoso comentario, que excede en mucho los méritos de este poema. Yo también espero que el año ya comenzado siga dejándonos un espacio para la poesía.

    Feliz año para tí y un fuerte abrazo.

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  6. Muchas gracias por la visita y el amable comentario, mis admirados poetas argáricos.

    Feliz año también para tí.

    Un abrazo.

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  7. Creo que te entiendo, Ramón, y encuentro ciertos puntos comunes con el sentimiento que motivó algunos de mis poemas. Se ha hablado mucho del amor, de sus luces y sus sombras, del dolor de la ausencia y del desdén, pero quizás no se haya hablado tanto del desconcierto, de que duela tanto ser amado como no serlo, cuando la paradoja es una norma cualquier enunciado puede convertirse en un contrasentido o una provocación desde el punto de vista de los más severos. Te hago referencia a un verso mío por dos razones; la primera, tres personas me preguntaron por su significado, una enormidad, y la segunda y, aquí más importante, se parece a un verso tuyo de este poema; "Para volver a amarte como si hubieras muerto"

    El poema, magnífico. Un abrazo.

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    Respuestas
    1. Enrique, te agradezo que pases otra vez por mi blog. La verdad es que escribo mucho más sobre el desamor, o sobre los límites del amor, que sobre el "enamoramiento". No sé si es por cierta desafección por mi parte a poetizar las emociones "positivas" o sencillamente por que es lo que me apetece describir. El verso que citas es muy bueno, y, en efecto, enlaza perfectamente con este poema. Muchas gracias por dejarme tus siempre inteligentes y generosos comentarios.

      Un abrazo.

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